El novelón entre las galletas Tita y Rhodesia

Entre la pausa y los estudios, uno encuentra en internet cada cosa, que queda sorprendido… claro, hasta ahora son solo historias, y algún que otro trascendido que le contó el tío de un tío… y el a mi papá… y el chisme sigue.

Hoy, en la fan page de Se acabó la merluza, me encontré con un relato bastante particular de la historia entre la Tita y la familia Rhodesia que merecía ser compartida en este post (y también merece una serie en Netflix).

A continuación la historia:

La fabricación de galletitas para consumo masivo comenzó en 1875 de la mano de Bagley, cuando por una resolución del ministerio de Economía, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, se eximió a la compañía del estadounidense Melville Sewell Bagley, del pago de impuestos aduaneros para que pudiera importar las maquinarias necesarias para elaborar aquí ese alimento que hasta ese momento se importaba del Reino Unido.

La primera galletita lanzada por Bagley en la Argentina se llamaba Lola y se hizo muy popular. El Perito Moreno llevaba galletitas Lola a sus expediciones y le convidaba a los tehuelches. Decían que era tan sana, por no tener agregados artificiales, que era parte de la dieta de los hospitales. Precisamente, cuentan que mientras un enfermero trasladaba en una camilla a un paciente que acababa de morir rumbo a la morgue, un visitante que pasaba, acotó: “Este no quiere más Lola”, dando origen a esa frase que describe a alguien se dio por vencido.

La Argentina es el país del mundo con mayor consumo de galletitas. Cada uno de nosotros se come, por año, entre 12 y 13 kilos de este alimento.

Posiblemente no exista, para el paladar de los consumidores argentinos, golosinas clásicas tan populares como la Tita y la Rhodesia. A través de los años ambas se han ganado el cariño y simpatía de un pueblo entero, pero la desconocida historia detrás de estas golosinas revela oscuros entramados de infidelidades, asesinatos y envidias.

La Tita fue creada por Edelmiro Carlos Rhodesia en 1949 y la Rhodesia nació posteriormente, cuando la fábrica ya estaba en manos de Terrabusi. Rhodesia fue un joven empresario, pionero en la industria alimenticia argentina hacia finales de los años 40. Nació en Lobos, provincia de Buenos Aires, a principios de siglo XX y después de finalizar una carrera militar sin grandes lauros vuelve a su ciudad natal donde funda una pequeña compañía. En 1943 conoce a una viuda con la que se casaría dos años después, Lidia Martinez de Terrabusi.

Ni fueron felices ni comieron perdices, aunque sí, galletitas. Lidia engañaba a Rodhesia descaradamente. A tal punto que esas infidelidades dieron origen a la hasta hoy comercializada galletita Melba. La historia cuenta que en 1947 nace la primera y única hija del matrimonio, a la que bautizan Melba. Pues bien, Edelmiro Carlos Rodhesia advierte que la niña no se parecía mucho a él, ya que tenía un color de piel oscuro, muy diferente a su tez blanca. Esto le genera grandes conflictos y discusiones con su esposa sobre la paternidad de su hija. Por eso las galletitas Melba son oscuras, de chocolate con relleno sabor a limón, casi una metáfora de acidez entre la dulzura.

Una tarde de 1949, Rhodesia, decide preparar un postre casero que había aprendido a cocinar en sus años de estudiante. El postre consistía en dos galletitas dulces rellenas recubiertas con un baño de chocolate. Melba, la niña que entonces tenía dos años, al no poder pronunciar correctamente la palabra “galletita” la nombraba “Tita”, y fue así como la preparación fue bautizada.

El éxito de la empresa fue inmediato, y sus ventas se multiplicaron enormemente con la llegada de la televisión. Pero no todos veían con buenos ojos el ascenso de Rhodesia. Los Bagley, familia tradicional productora de golosinas, sufrió increíbles pérdidas y estuvo cerca de declararse en bancarrota.

Rodhesia fue asesinado. No hay datos ciertos sobre las circunstancias de un homicidio que hasta el día de hoy fue acallado por sus protagonistas. Pero según la investigación del profesor Ricardo Bordato, en marzo de 1956 Roberto Bagley, un impulsivo joven heredero de la fortuna de su familia, disparó repetidas veces sobre la espalda de Edelmiro Carlos mientras éste preparaba el dulce de leche repostero. Edelmiro Carlos murió al instante, Bagley estuvo prófugo varios meses hasta que fue capturado en Holanda.

En marzo de 1959 Lidia Martínez, viuda de Rodhesia, vendió la empresa de Edelmiro Carlos al primo de su primer ex marido, José Félix Terrabusi y posteriormente la empresa lanzó la golosina Rhodesia en honor a aquel mártir, el 1 de julio de 1974, aunque muchos afirman recordar la Rhodesia desde alrededor de 1962.

Hasta el momento de su fallecimiento en 1989, Lidia jamás hizo declaraciones públicas sobre el asesinato de su último marido, algo que para todos, sencillamente sigue siendo un misterio.

Lo cierto es que de todo este lío, quedó una hija, una señora de 70 años que vaya a saber por dónde andará y que, tras su tragedia ostenta como nombres propios, los de dos galletitas: Melba Rodhesia.

Si bien existen notas periodísticas acerca de estas historias, giran palabras más, palabras menos, a la expresada aquí, y claro… también encierran los mismos vericuetos (marketineros o no) las marcas como Jorgito, Capitán del Espacio o Fantoche. 

Podes acceder a la publicación original

Compartila, sorprendé a otros… como me pasó… y seguramente, como te pasó a vos.

2 Comments Posted

  1. «Se acabó la merluza» es un proyecto que hoy tiene el formato de podcast, pero empezó como una columna radial que antes de tener ese nombre, pasó por varias radios marplatenses. En su primera encarnación, era más bien una columna de curiosidades y hoy devino en relatos sobre temas históricos. Así que escuché este relato de Tita y Rhodesia en una radio y lo busqué en las redes. Pero era inchequeable. Todos los artículos que se referían al tema eran el mismo artículo. Yo le incluí un par de datos sobre el consumo de galletitas y la historia de Bagley. Pero lo hice en radio bajo muchas comillas, en un programa de gente muy joven, dando a entender cómo eran las cosas y como algo divertido. Unos años después, en un momento en que no teníamos aire, alguien me sugirió subir las columnas a una fan page de Facebook, tras intentar varios principios de blogs. Así que lo hice casi sin fe, porque simplemente hice copy-paste del documento que había llevado a la radio. Y al día de hoy es lo más leído de la página. Tiene como 72 mil interacciones y a veces da un poco de bronca, porque hay laburos mucho mejores, con datos recopilados de lugares curiosísimos, cosas bastante inéditas, pero siempre está lo de Tita y Rhodesia. Por eso todavía no hice el podcast sobre este tema, y no sé si lo voy a hacer. Salvo que le busque alguna forma muy humorística y que quede todo bien claro.

    • Yo creo que más allá de la veracidad o no de la historia, en realidad es la mística del relato (con las dos galletas más populares de la Argentina) y como se aborda toda la historia… igualmente no deja de ser algo humorístico y divertido. ¡Gracias por tu comentario!

Deja un comentario

Espacio de ayuda de MendoCLOUD.com